domingo, 17 de febrero de 2013

“Hitchcock” - Mucho más que un excelente maquillaje


Cuando supe que “Hitchcock” tenía tan solo una nominación al Óscar (y ésta en la categoría a Mejor Maquillaje), decidí dejarla para el final. De hecho, comencé a verla con cierto desprecio. Supuse que no sería gran cosa...
Sin embargo, luego de haberme deleitado durante dos horas con esta hermosa historia, puedo tan sólo decir que “Hitchcock” es mucho más que un excelente maquillaje. En las líneas que siguen trataré de esbozar mis argumentos.
La película (para entrar en contexto) cuenta un importante episodio en la vida de quien, para muchos, fue el mejor director de la historia del cine: Alfred Hitchcock. Se trata del proceso que vive este excéntrico cineasta al tomar la decisión de realizar “Psycho”, una historia de suspenso - terror que se mostraba como una apuesta demasiado arriesgada para la época, por la cual Hitchcock no sólo tuvo que hipotecar su casa; sino que, además, estuvo muy cerca de perder a la mujer de su vida.
Cuando comencé a ver esta historia, supuse que debía fijarme únicamente en el trabajo de maquillaje que la Academia nominó, el cual es sin duda una maravilla. Sin embargo, mi mayor sorpresa fue encontrar mucho más debajo del panqué y del polvo.
Lo más resaltante: dos extraordinarias actuaciones. Primero, la de Antony Hopkins en el papel de Alfred Hitchcock. Remarcable. Fabulosa. Imposible de olvidar. 100% nominable. Segundo, la de Helen Mirren en el papel de la esposa de Hitchcock. Perfecta. Impecable. Trascendente. Una interpretación que, honestamente, no entiendo cómo no fue nominada. Basta tan sólo con ver la escena en la que ella le responde a su esposo tras unas acusaciones que él le hace. Una escena de esas que quedan en la memoria.
Por otra parte, la producción de este film se da el lujo de contar con otras grandes figuras como Scarlet Johansson, Tony Collette y Jessica Biel. Pero, además, es una película con un guión a la medida, con parlamentos divertidos, profundos, precisos y potentes, con una dirección estupenda y con una magia de esas que soñamos con encontrar en el cine cada vez que comenzamos a leer los créditos iniciales de una película.
Finalmente, quisiera cerrar con una breve reflexión. Muchas veces las premiaciones no son justas. Esa es la más pura verdad y debemos aceptarla. No siempre se nomina a quien tiene más méritos y, en otras ocasiones, simplemente, no gana el mejor. Lo importante, a fin de cuentas, es comprender que el hecho de ser nominado o ganar el Óscar no es, necesariamente, lo más trascendente, ni lo más substancial. Tal fue el caso de Alfred Hitchcock en los años 60 quien, a pesar de que para muchos fue el mejor director de la historia del cine, jamás ganó un premio Óscar.
“Hitchcock”, sin embargo, es una extraordinaria película que narra una parte importante de su vida y que, desde mi más humilde y honesto punto de vista, representa y merece mucho más que una nominación a Mejor Maquillaje…

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